Santiago, 10 de Marzo 2011

 

SEÑOR COMANDANTE EN JEFE DEL EJÉRCITO;

 

Frente a determinadas situaciones de la contingencia nacional relacionadas con el Ejército, recurrentemente soy destinatario de emails, artículos, opiniones, comentarios, publicaciones, etc, difundidas a través de diferentes medios de comunicación de carácter digital. En todo lo difundido, la interrogante, ya con carácter de indignación, es siempre la misma, ¿donde esta el ejército?, ¿el ejército no tiene nada que decir?, ¿DONDE ESTA EL COMANDANTE EN JEFE DEL EJERCITO?

 

Lamentablemente, y como consecuencia de su permanente y total ausencia de imagen y presencia, he concordado con los diferentes comentarios recibidos.

 

Sin embargo, debo decir que el día Martes 08 del presente, con inicial, profunda y personal satisfacción profesional al respecto de su desempeño como Comandante en Jefe, tuve la ocasión de ver en los noticiarios televisivos vespertinos sus declaraciones al respecto que los militares, hoy detenidos, también son chilenos y por tanto les corresponde lo constitucionalmente establecido, como lo es el principio de igualdad ante la ley.   Todo ello, en el marco del reciente proyecto gubernamental tendiente a beneficiar a 10.000 reos hoy cumpliendo condena.

 

No obstante, la inicial satisfacción volvió a transformarse en desazón ya que sus brevísimas palabras fueron el equivalente a tirar la piedra y esconder la mano. Situación débil, falta de carácter y poco digna. En circunstancias que la ocasión así lo ameritaba, Usía debió haberse explayado al respecto de la necesidad de igualdad ante la ley.  Igualdad NO cumplida en el caso de nuestros presos militares, al no haberse aplicado, entre otros aspectos, los siguientes;

 

  La ley de amnistía. Si del todo aplicada para el otro bando. Incluso, para delitos cometidos en democracia.

  La prescripción de los delitos. También aplicada para todos los contrarios al gobierno militar.

  Indultos al personal que empuñó las armas contra el gobierno militar.

Invento de la figura del secuestro permanente, lo que en definitiva ha determinado la encarcelación de nuestros actuales condenados.

No acogida, tramite, y menos aplicación, de los beneficios carcelarios que a todo reo le corresponden (salidas diarias, dominicales, reclusión nocturna, etc.)

 

No es acaso lo que se enseña en táctica, operaciones y estrategia. Disuadir, reconocer en fuerza, atacar cuando la situación lo permite.   Efectivamente es lo que se enseña. Pero también sabemos que para ello se requieren Comandantes resueltos y valerosos, características que lamentablemente usted no ha demostrado. Muy por el contrario, su exacerbado temor al estamento político lo ha llevado a una excesiva “Prudencia” cuyo detalle a diario se traduce en su ausencia de conducción de la institución y a una sólida percepción por parte de sus integrantes que a Usía … simplemente … el puesto le quedó grande.

 

No hay peor escenario para un subalterno o subordinado que un Comandante que no pinche ni corte. De igual forma, que un Oficial solo se dedique a pasear sus grados. Ambos escenarios Usía los constituye.

El personal disfruta su profesión cuando sabe y siente que no obstante ser mandado, esta bien mandado. Vale decir, su comandante es un conductor. Lo cual, Usía no es.

 

Lamentablemente hoy, y fundamentalmente la Oficialidad (se excluye el generalato), se siente mas representada por los Oficiales que en condición de retiro, y agrupados en diferentes organizaciones, asumen, a riesgo de su integridad física y la de sus familias, la defensa institucional mediante recurrentes cartas a los periódicos, blogs y autoridades políticas.

Se sabe que un Comandante en Jefe no puede inmolarse por cualquier tema. Pero también se confía en que si el tema lo amerita, el Comandante en Jefe debe inmolarse en defensa de la institución.  Lamentablemente, esto requiere de pantalones. No solo del Comandante en Jefe, sino que de todos sus generales.  Frente a la situación de nuestros militares, ¿Estaría dispuesto la totalidad del generalato de apoyar y solidarizar, presentando a la par del Cdte en Jefe, sus respectivas renuncias?.  Sinceramente, la opinión de subalternos y subordinados es que no sería así.

 

Después de ver los característicos ascensos a generales, en claro detrimento de Oficiales con carácter (prudentes pero con carácter, efectivo don de mando y reales comandantes), ya nadie espera mucho de los actuales generales.  Menos aún, cuando las mismas promociones, verdaderas testigos del valor de sus integrantes, han rechazado el ascenso de algunos de sus compañeros. (promoción 01.01.77, Mezzano, Ramírez, etc, 01.01.78, Arancibia, Zegpi, Arriagada, 01.01.79, Mantero, González Martín, etc)

 

Es así que frente a la contingencia, curioso resulta, el discurso que con ocasión del ascenso a General de División de Mario Arteaga y General de Brigada de Juan Nuñez (03.03.2011), el Comandante en Jefe pronunciara;

 “participar del Alto Mando, junto con constituir motivo de satisfacción y prestigio, conlleva un considerable compromiso individual y una cuota importante de sacrificio para asumir responsabilidades, teniendo como objetivo central, servir siempre los intereses institucionales, incluso a costa de los propios, por legítimos que ellos sean”.

“Un General es siempre observado, razón por la que “debe ser, en consecuencia, la sumatoria de las virtudes militares; un paradigma de nobleza de sentimiento, optimismo, desprendimiento y elevado sentido de justicia y privado de cualquier forma de resentimiento. La síntesis de todo ello es el honor militar. ¡A esta condición del orden moral ningún general debe restarse!”.

 

!!!Donde y quienes de nuestros generales están cumpliendo lo señalado por el Comandante en Jefe ¡¡¡¡ Donde esta la sumatoria de virtudes militares en servicio de los intereses institucionales??? Donde esta el elevado sentido de justicia respecto de nuestros presos militares??  Donde esta el Honor Militar en defensa del honor institucional que representa el haber salvado a Chile del gobierno de la Unidad Popular??

 

Supieron los generales de la renuncia del TTE. MAGAÑA, excelente Oficial Comando, Paracaidista, etc) al defraudarse del nulo apoyo institucional hacia su padre, hoy también preso. Han conversado los Generales con el Capitán Lauriani, (premiado como mejor Oficial del Ejército) al respecto de la desazón que le asiste por la situación de su padre. Han conversado con la Mayor Morales por la situación de su padre encarcelado. Donde están las virtudes militares de compañerismo, ….. ¿???? Donde esta el honor militar ???  Donde esta la LEALTAD ¿???

 

Señor Comandante en Jefe. Sinceramente, estimo que esta es SU oportunidad de pasar a la historia como un buen Comandante.

 

Existe una responsabilidad institucional al respecto de nuestros presos militares. Existiendo tal responsabilidad, Usted debe asumirla eliminando lo que en los últimos años ha sido una verdadera campaña de convencimiento hacia los integrantes del ejército al inculcarse que los actuales militares recluidos son consecuencia de responsabilidades individuales… Eso fue un invento que en definitiva ha corroído el concepto doctrinario que el Comandante es responsable de lo que pase, deje de pasar, se haga o se deje de hacer en su unidad….. En síntesis, generales que faltándoles pantalones no asumieron las órdenes por ellos impartidas dejando en solitario a sus subordinados, y que cumpliendo dichas órdenes, hoy se encuentran encarcelados.  NO pase usted a la historia como otro más de estos “Comandantes”.

 

O también Usía se atrevería a decirme !!!y sostener¡¡¡¡que en el Ejército del gobierno militar, tan jerarquizado, vertical y disciplinado en sus relaciones, los Oficiales Subalternos, Suboficiales y Clases se mandaban solos y los actos por los cuales hoy se encuentran en la cárcel fueron por personal iniciativa. …….

 

Asúmalo … esto es una falacia… Solo me constan dos Generales dignos que señalaron ….. no procesen a quienes estuvieron bajo mi mando ….. Yo era el Comandante y por tanto yo soy el único responsable …. (GDD Forestier en relación a los muertos de Pisagua; General Contreras respecto de las operaciones por el ordenadas. Están en la prensa).

 

Asuma la responsabilidad institucional.  Obligue al gobierno cumplir su promesa electoral. Tenga presente que lo único que diferencia a quienes hoy se encuentran encarcelados respecto de sus camaradas, es que ellos - lo que en aquellos años era una distinción - tuvieron la mala suerte de ser destinados a organismos de seguridad.

 

En otras palabras, CUMPLIERON ORDENES.   Primeramente, la Orden Institucional, por Boletín Institucional (tiene carácter legal) dispuesta de presentarse en sus nuevas destinaciones (BIE, CNI, DINA, Compañías de Inteligencia, etc, etc). Seguidamente, las ordenes que impartidas por sus superiores hoy los mantienen encarcelados. Por tanto, existiendo órdenes institucionales, la Institución no puede hoy señalar que no tiene responsabilidades.

 

Otra dimensión de la responsabilidad institucional recae en los procesos educacionales y formativos por las respectivas escuelas matrices impartidos.   ¿¿No se enseñaba y exigía que las ordenes son para cumplirse y no para interpretarse??. No se dispone esto mismo en el Reglamento de Disciplina al señalar que la orden se cumple como fue ordenada. No se enseña también en la Academia de Guerra que lo que el Comandante resuelve, se planifica para su cumplimiento.

 

Resulta incomprensible que el Ejército … SÏ, el Ejército, frente a situaciones de derechos humanos, se encuentre acorralado por no más de 10 abogados de derechos humanos, y que dicho de paso, han encontrado una pródiga fuente de ingresos.  Revise bien, lea la prensa y verá que son siempre los mismos abogados (Contreras, Carmen Hertz, Gloria Urquieta, Pamela Pereira, Morgado, Salazar, etc.) También, el honorable diputado comunista Hugo Gutiérrez.

 

De igual forma, indignante resulta el desplante de las dirigentes de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos, las cuales, incluso, son recibidas en la Moneda.   Sin embargo, al Ejército no se lo recibe. ¿Dónde esta el honor militar, las virtudes militares y servicio a los intereses institucionales de nuestros generales?.

 

Que vergonzosa resulta esta pseuda unidad de doctrina del generalato de no opinar nada. Lejos de fortalecer la unidad de mando, debilita a la institución toda frente a la civilidad la cual ve que libremente se puede injuriar y pisotear al Ejército.

 

Señor Comandante en Jefe …… Hoy somos testigos de la elaboración de un nuevo informe Rettig y del anuncio de la apertura de 328 nuevas causas judiciales de derechos humanos correspondientes a personas no consideradas en el primer informe Rettig.  ¿Ha dimensionado USIA el desfile de militares por cada uno de esos procesos?. ¿Tiene claro Usía que esto no se trata de Justicia sino que solo de dinero?. Algo en lo que son expertos nuestros conocidos abogados de derechos humanos.

 

Conocidos son los beneficios económicos (pensiones vitalicias, becas de estudio, salud, etc) de los grupos familiares (todo el árbol genealógico) de los detenidos desaparecidos, los torturados, fusilados, etc, etc.   Por tanto, tratándose de dinero, las nuevas victimas no escatimarán recursos para inculpar militares (no marinos, no aviadores, no pilotos, no carabineros). Solo tendrán que inventar un nombre y ese nombre (militar activo o en retiro) será procesado. Fácil.

Sin embargo a este respecto de nuevas causas Usía no ha dicho nada, no dándose cuenta que si no se hace algo ahora, esto seguirá creciendo cual bola de nieve.

 

Comandante, reaccione.   Aún esta a tiempo de enmendar su desempeño profesional. Sea un Comandante presente y no ausente como ha sido su característica.  Sea militar y no político. Chequee sus generales.  Que ninguno de ellos tenga el carácter de disentir del pensamiento de Usía no es buena señal.  Por el contrario, indica pleitesía y solo intereses personales pero no institucionales. Indica también falta de humildad al no reconocer que de haber sido ellos destinados a organismos de seguridad, lo más probable es que también se encontrarían encarcelados.

 

Finalmente, mis disculpas por el anonimato pero tengo la certeza que la defensa de nuestros militares presos ameritaría por parte de la izquierda una rápida venganza en mi contra mediante la apertura de cualquier causa de derechos humanos.

 

 

Atentamente;

                                                           Coronel preocupado

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